martes, 24 de febrero de 2009

Vulnerabilidad

¿Puede controlarse? ¿Puedo construir mi blindaje cuidadosamente?
¿Soy responsable en gran parte al permitir que me hagan daño?
Todo indica a que sí. Incluso a veces parece que lo estoy persiguiendo.
No sé porqué continuamente me expongo, una y otra vez, a sentir esa puñalada en el estómago, esa especie de mareo nebuloso, esa sensación tan desagradable. Descubro totalmente mi cuerpo, dejo el muro atrás quizás con la idea de que si lo que llega es bueno será más intenso, pero por alguna razón que de momento desconozco, lo agradable no es lo que espera tras esa pared que salto, y así, totalmente expuesta, recibo el golpe con toda su potencia ¡ZASSS!

En fin, será cuestión de tomárselo con humor:





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